Trabajo social y niñez migrante: navegando un sistema y reforma deficientes
Trabajo Social
¿Alguna vez te has detenido a pensar en los retos que enfrentan, día con día, las personas que viven alguna discapacidad? ¿Cómo es su desarrollo o participación en nuestra sociedad? El día de hoy abordaremos un tema que, por su importancia y resonancia actual, continúa siendo un reto para algunos aliados, como lo son los trabajadores sociales.
Según señaló Katia D'Artigues (2023), nuestra sociedad ha transitado por varios modelos que han impedido la inserción y participación equitativa de las personas con discapacidad. El modelo de exclusión permitió que las personas históricamente consideradas minorías no pudieran participar en la vida social mientras que el modelo de segregación las comenzó a tomar en cuenta pero de manera marginal. Por su parte, el tercer modelo, el de integración, las “incluyó” al realizar programas especiales que tan sólo remarcaron aquellas características que las diferencian del resto de la población.
Pese a encontrarnos en los comienzos del modelo de inclusión, que busca que cualquier persona, sin realizar distinción alguna hacia sus condiciones, pueda ser partícipe del lugar que habita y así tener acceso a sus derechos, México aún tiene un largo camino por recorrer.
De acuerdo a un censo realizado por el INEGI en 2022, en México hay 20 millones 838 mil 108 personas que viven con alguna discapacidad. Éstos conforman un porcentaje pequeño de la población, 16.5%, y son considerados una minoría que, a su vez, está conformada por una diversidad de integrantes, entre ellos mujeres, indígenas, personas de la comunidad LGBTIQ+, entre otros.
Más allá de vivir con una condición que los limita o restringe para realizar actividades de manera convencional, lo que verdaderamente dificulta su desarrollo en la sociedad son las barreras físicas, sociales, culturales, políticas y económicas a las que se enfrentan, las cuales han sido establecidas, de manera consciente o no, por la sociedad en la que viven, y que además impiden el ejercicio y goce, pleno y efectivo, de sus derechos.
México ha realizado ciertos avances a través de la creación de leyes y políticas públicas que buscan garantizar los derechos de las personas con discapacidad. Entre ellas se encuentra la Ley General para la Inclusión de las Personas con Discapacidad que tiene por objetivo hacerlas partícipes en ámbitos educativos, laborales, de accesibilidad, entre otros. Desafortunadamente, su aplicación y cumplimiento continúa sin ser efectivo.
En el área educativa se ha intentado incluir a las personas con discapacidad en las escuelas regulares, sin embargo, existen dificultades en cuestiones de infraestructura, diseño de espacios, capacitación de los docentes y accesos a recursos que impiden su desarrollo pleno. Por otro lado, en el ámbito laboral, carecen de oportunidades de trabajo dignas y adecuadas a sus capacidades. Mientras que en cuestiones de accesibilidad, aún existen espacios públicos y servicios de transporte que impiden el acceso pleno para las personas con discapacidad.
Frente a este contexto con pocas oportunidades de desarrollo, la figura del trabajador social surge como un aliado, un agente de cambio e inclusión social que puede ayudar a mejorar la situación de desigualdad en la que se encuentran las personas con discapacidad por una que sea más justa, equitativa y accesible.
Entre algunas de las acciones clave que pueden realizar se encuentran las siguientes:
Los trabajadores sociales pueden evaluar las políticas públicas y crear iniciativas para reformarlas o sugerir la creación de programas inclusivos que permitan crear un entorno de igualdad en oportunidades y de acceso a servicios.
Parte de su labor también es brindar acompañamiento y apoyo emocional, social y práctico a las personas con discapacidad, así como a las familias de éstas. Además, pueden proporcionar información acerca de opciones educativas y laborales, los recursos a los que tienen acceso, derechos legales, entre otros.
Visibilizar y sensibilizar acerca del tema de la discapacidad en México, así como las necesidades y problemáticas que enfrentan constantemente con la finalidad de propiciar su inclusión y participación en espacios académicos y laborales.
Los trabajadores sociales tienen como misión abogar por un cambio en los espacios públicos para eliminar las barreras arquitectónicas y que el acceso de las personas con discapacidad sea pleno y efectivo. También, pueden impulsarlos a volverse agentes activos en la defensa de sus propios derechos.
En conclusión, la misión que tienen los trabajadores sociales que buscan ser aliados de las personas que viven con discapacidad radica en abogar por el cumplimiento efectivo y el respeto de los derechos de éstos con la finalidad de minimizar o destruir, a través de nuevas iniciativas de programas y políticas públicas, las barreras que les impiden desarrollarse y participar en la vida social de manera plena y en igualdad de oportunidades.
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