La figura del líder de un equipo suele ser representada o visualizada como una a la que muchos admiran y en la que aspiran convertirse. Pero, ¿cuáles son las habilidades que debe poseer un administrador de empresas que busca ser el líder para su equipo de trabajo y que tiene como meta impulsar el crecimiento de su compañía?

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Un administrador de empresas líder debe ser creativo e innovador, tener la capacidad de identificar todo tipo de oportunidades y negocios con potencial de crecimiento, crear estrategias e implementarlas con éxito, comprender el entorno financiero y empresarial, entre muchas otras aptitudes. No obstante, suele ser común pensar que los líderes nacen, se encuentran o, aparecen por ahí, listos para entrar en acción. Pero, lo cierto es que un líder se forma, se construye día a día, a través de diversas acciones y con el apoyo, el respaldo de su equipo.

Así, para convertirte en un administrador competitivo y que puedas enfrentar todo tipo de retos en el campo profesional, es importante que desarrolles algunas habilidades de liderazgo. A continuación te enlistamos las que se consideran más importantes y cruciales en el campo laboral actualmente.

Gestión de objetivos

Como administrador líder de una empresa es esencial que conozcas e identifiques cuál es la importancia del proyecto a realizar, así como cuáles son los objetivos diarios que llevarán a la compañía a alcanzar la meta propuesta.

Si eres claro y comunicas a cada uno de los miembros del equipo cómo sus labores diarias impactarán en la visión general de la empresa, será más probable que se motiven y sumen esfuerzos para cumplir con lo planeado.

Organizar y delegar

Saber organizar, priorizar y cumplir con tus actividades te da la oportunidad de ser más productivo y, en caso de que surjan imprevistos, tener el tiempo para solucionarlos. Además, es clave que organices y comuniques la información al resto del equipo con la finalidad de que cada parte cumpla con su trabajo en tiempo y forma.

Los grandes líderes de equipo son conscientes de que no pueden encargarse de todo por sí mismos, por lo que suelen delegar responsabilidades entre los miembros del equipo, lo que no sólo permite optimizar el trabajo, sino que da la oportunidad a otros para potenciar sus habilidades y desarrollar nuevas.

Antes de delegar debes conocer las debilidades, fortalezas e intereses de cada integrante del equipo para decidir qué labores asignarás a cada persona. Sabemos que para muchos no es fácil soltar, pues queremos hacerlo todo, pero es importante que como líder desarrolles la confianza en tu equipo y les des la oportunidad de crecer. Confía sin olvidar verificar.

Supervisión de avances

Tras dar marcha al proyecto, serás quien oriente al equipo a lo largo de cada etapa. Para ello, existen tres elementos principales que puedes implementar para garantizar que el trabajo se desarrollará con eficacia.

1. Establece métricas claras, es decir, objetivos medibles que te permitan conocer cómo va avanzando el proyecto, si las metas se están cumpliendo, o por el contrario, si es necesario hacer ajustes.
2. Parte del seguimiento del progreso implica realizar un cronograma que pueda ser visualizado por cualquier miembro del equipo para que conozcan qué labores están realizando los demás y para cuándo deben llevarlas a cabo. Esto permitirá una mejor comunicación entre cada uno de los equipos del proyecto, dándoles una sensación de conjunto más allá de percibirse como partes aisladas.
3. Elabora informes para actualizar a tu equipo sobre el estado del proyecto; dales a conocer dónde se encuentran, si sus actividades están en curso, en riesgo, con atraso, entre otras cuestiones.

Liderazgo y comunicación

Es crucial que, como líder de tu equipo tengas la capacidad de comunicar de manera clara y adecuada cada una de tus ideas, que inspires confianza entre los miembros de la compañía, las partes interesadas, así como con los inversionistas. Aunado a esto, no olvides que tienes un papel importante en el fortalecimiento del espíritu de tu equipo, es decir, en motivarlos diariamente para que logren obtener mejores resultados.

Gestión del tiempo

Para convertirte en un experto en la gestión del tiempo es esencial que aprendas a detectar qué labores son más importantes que otras para establecer cuánto tiempo le dedicarán a la realización de cada una.

Algunos métodos que pueden ayudarte a explorar y a aprender sobre la gestión del tiempo son:

• Time blocking: programa bloques de tiempo de concentración en el calendario para realizar tareas similares durante un bloque de tiempo.
• Técnica pomodoro: divide el trabajo en periodos de tiempo específicos (usualmente breves) con descansos para aumentar la productividad y concentración.
• Método "No lo dejes para mañana": para obtener los mejores resultados en el trabajo, aborda las tareas más desafiantes y complejas al inicio del día.

Gestión de recursos

Como líder, debes estar al pendiente del rendimiento de tu equipo y los avances que van logrando, cuidando que nadie padezca agotamiento. Es importante que tanto en reuniones de equipo como individuales les preguntes cómo se sienten respecto a la carga de trabajo que manejan con la finalidad de realizar ajustes de ser necesario, delegar tareas a otros compañeros, cambiar prioridades, entre otras cuestiones.

Capacidad de respuesta

Un administrador líder es capaz de responder de manera oportuna y eficaz a cualquier contingencia, reto o situación inesperada que se presente. Por lo mismo, deberás desarrollar al máximo tu capacidad para identificar desafíos, analizarlos y encontrarles soluciones creativas. Llegará el momento en el que podrás prever imprevistos o, estar preparado para afrontarlos.

Ética

En cada una de tus actividades y responsabilidades, deberás practicar el sentido de la ética, es decir, ser transparente y honesto, propiciando que tanto tus clientes, inversionistas y compañeros de equipo puedan confiar en tí.

Pensamiento estratégico

Para cumplir tus metas, llevar a cabo los proyectos de tu empresa y tener éxito como profesionista es importante que sepas analizar, planear, organizar, dirigir y tener el control de cualquier situación que se presente. Además de desarrollar una visión en torno al panorama general que te permita realizar planeaciones e implementar estrategias a corto, mediano y largo plazo.

Para concluir, convertirte en un administrador de empresas líder implica ser el responsable de guiar a los miembros de tu equipo en la dirección correcta, aquella que los llevará a lograr cualquier meta o proyecto que se tracen para hacer crecer a la compañía.

Deberás encargarte desde la supervisión de las operaciones diarias que realice el equipo hasta garantizar que cada uno de sus miembros reciban el mejor apoyo para lograr los objetivos propuestos.