TAXONOMÍAS DE MARZANO Y BLOOM: LA BASE DEL APRENDIZAJE EFECTIVO EN UNISO

TAXONOMÍAS DE MARZANO Y BLOOM: LA BASE DEL APRENDIZAJE EFECTIVO EN UNISO

En este nuevo artículo queremos platicarte un poco más acerca de la que es tu Universidad Siglo XXI, con la finalidad de que la conozcas a mayor profundidad. ¿Alguna vez habías escuchado hablar sobre el modelo de Marzano o, la Taxonomía de Bloom? Con sólo mencionarte ambos conceptos, ¿podrías imaginar la forma en la que ambas se conectan con la universidad?

¡Quédate con nosotros! Y conoce cómo estas herramientas facilitan el funcionamiento de UNISO, así como el de tus procesos de aprendizaje.

La Taxonomía de Marzano y Kendall

Esta taxonomía, conocida comúnmente como Modelo de Marzano y Kendall es un modelo elaborado por Robert J. Marzano y John S. Kendall, aunque a éste último no se le da mucho crédito, con el cual buscaban lograr el aprendizaje gradual en los alumnos, basándose en la adquisición de conocimientos que resultan valiosos, importantes e interesantes para los estudiantes.

Aunado a lo anterior, este modelo sostiene que el aprendizaje se produce a partir de la interacción entre dos dimensiones:

  1. Los dominios de conocimiento, es decir, los saberes que el estudiante adquiere.
  2. Los niveles de procesamiento, que se refiere al nivel de complejidad para adquirir e interiorizar un conocimiento determinado.

Así, el modelo de Marzano y Kendall permite que, una vez aprehendidos los conocimientos, los alumnos puedan analizar una situación, ponerlos en práctica y producir nuevo conocimiento.

La Taxonomía de Bloom

Esta herramienta, desarrollada en 1956 por el psicólogo y pedagogo estadounidense Benjamin Bloom, tiene el propósito de categorizar los objetivos del aprendizaje que se busca sean alcanzados por los alumnos. Y, al mismo tiempo, ayuda a evaluar el nivel de conocimiento que van adquiriendo en una materia, lo que puede observarse a través del surgimiento de nuevas habilidades o conocimientos.

La forma en la que funciona la taxonomía básicamente radica en jerarquizar los procesos cognitivos por niveles con la finalidad de facilitar la evaluación del aprendizaje. Cada nivel cuenta con diferentes verbos en infinitivo, que representan los objetivos que serán puestos en práctica a través de actividades, tareas y proyectos.

Así, los principales niveles de la taxonomía son:

  • Cognitiva o Intelectual: Se refiere a cómo procesamos la información, así como a las capacidades y habilidades que usamos para integrarla.
  • Afectiva o Actitudinal: Examina cómo juegan las emociones, actitudes, intereses, sentimientos y valores en el proceso de aprendizaje.
  • Psicomotora o Procedimental: Evalúa cómo nuestras habilidades y destrezas musculares o neuronales intervienen en el aprendizaje.

Pese a que la Taxonomía de Bloom continúa vigente en nuestros días, con el paso de los años ha sufrido modificaciones que han tenido como finalidad el poder mejorarla y actualizarla. Entre las revisiones que se le han hecho, las más aceptadas son las de Anderson y Krathwohl, así como la del Doctor Andrew Churches, quien se dio a la labor de adaptarla para la era digital. A continuación les explicamos un poco más de qué va cada una.

Lorin Anderson y David Krathwohl

Cada nivel de la pirámide de Anderson y Krathwohl cuenta con una descripción de los procesos implicados, así como un listado de verbos, en infinitivo, sobre los procesos cognitivos que son puestos en práctica. Aunado a lo anterior, optaron por incluir ejercicios que permiten desarrollar cada nivel tras su realización.

  • Recordar: reconocer y traer a la memoria la información relevante de la memoria de largo plazo.
  • Comprender: habilidad de construir significados a partir de lecturas, explicaciones de los maestros, material educativo, etc.
  • Aplicar: realización o puesta en práctica de un proceso aprendido.
  • Analizar: descomponer el conocimiento en sus partes y pensar cómo se relacionan.
  • Evaluar: comprobación y crítica.
  • Crear: capacidad para aplicar conocimientos y generar algo nuevo.

Dr. Andrew Churches y su adaptación digital

Dado que la Taxonomía de Bloom había sido creada para la educación tradicional, Churches la reconfiguró con el objetivo de orientarla a las habilidades que surgen y se desarrollan a partir del uso y manejo de las nuevas tecnologías.

Así, esta nueva taxonomía se divide en los siguientes 6 niveles:

En UNISO nuestro personal académico hace uso de estas dos taxonomías para planear a detalle los programas de estudio que se impartirán a los alumnos. Dado que tu universidad es una institución que forma a profesionales de manera remota, es decir, 100% en línea y de forma asincrónica, es de suma importancia diseñar el material y las actividades a desarrollar en cada asignatura tomando en cuenta lo que se busca que los alumnos dominen al término de cada periodo, asignatura, y por ende, al finalizar su licenciatura.

Al tener claros los objetivos de aprendizaje, el diseño y desarrollo de los programas fluye con rapidez para brindar a nuestra comunidad UNISO, así como futuros aspirantes, la mejor educación digital y profesional.