En 2017 se denunció el desvío millonario de recursos a través de una investigación periodística realizada y publicada por el medio Animal Político y la organización Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI). La denuncia se dio a conocer bajo el nombre: la Estafa Maestra. Pero, ¿qué fue lo que ocurrió exactamente? Continúa leyendo para descubrirlo, aquí te lo contamos.
Entre el 2013 y 2014, durante el sexenio de Peña Nieto, 11 organismos federales desviaron 7 mil 670 millones de pesos mediante un sistema de triangulación. A través de la firma de contratos con ocho universidades públicas, las cuales recibieron una comisión de mil millones de pesos, quedó pactada la realización de proyectos y servicios.
Estos centros universitarios, contrataron a su vez a 186 empresas, de las cuales 126 no debían recibir recursos públicos por no contar con infraestructura, personalidad jurídica y/o, por no existir.
Pero, ¿cómo es que esto pudo suceder? La estafa fue posible gracias a la Ley de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Sector Público de México, la cual permitió al Estado asignar contratos de manera directa a dependencias públicas sin tener que pasar por un proceso de licitación o concurso.
Desafortunadamente, al día de hoy no se tiene certeza de qué ocurrió con 3 mil 433 millones de pesos de la cantidad total que fue desviada. Pese a que algunos funcionarios federales han sido investigados y llevados a juicio, no se han aplicado sanciones a los responsables dejando el caso inconcluso.
Las deficiencias en la fiscalización de los recursos públicos y los controles internos evidenciaron la necesidad de capacitar a los contadores públicos en auditoría de desempeño, detección de irregularidades, entre otros.
Una de las habilidades indispensables que debe desarrollar todo contador público es la identificación de empresas fantasmas, aquellas carentes de personal, infraestructura o capacidad para prestar servicios.
Esta especialización es clave para desentrañar redes de desvío de recursos y lavado de dinero.
El caso de la Estafa Maestra es un constante recordatorio para los contadores públicos de la responsabilidad ética que deben tener al manejar los recursos públicos y privados.
Es vital que los contadores públicos se actualicen de manera constante en torno a temáticas legales, ajustes en las legislaciones, cambios en las mismas, además de la forma en la que deben interpretarse.
Para concluir, el caso de la Estafa Maestra fue una práctica que mostró cómo poner a prueba la ética contable en México al desviar millones de pesos. Es por esto que el ejercicio honesto y responsable de los profesionales en Contaduría Pública es clave para detectar y prevenir estas redes complejas de desvío de recursos, y sobre todo, para luchar por un futuro donde habite la transparencia.
© Instituto de Educación y Promoción Cultural A.C.